OVERVIEW
Los errores más habituales suelen ser fruto de la arbitrariedad en el gobierno y de un déficit de estructura (políticas adecuadas).
KEY TAKEAWAYS
Los errores más habituales son: Tácticos: apuntarse "a caballo ganador" demasiado tarde y, como consecuencia, "comprar caro". No tener una fundamentación adecuada en las decisiones de inversión. En la asignación de activos: carecer de una estrategia clara y consistente, ligada a unos objetivos, que se traslade de manera adecuada a los gestores. No rebalancear periódicamente las carteras y aprovechar las aportaciones y retiradas de fondos para ese rebalanceo. En la selección de gestores: guiarse exclusivamente por éxitos recientes que pueden ser el resultado de cierta suerte y no de experiencia y de habilidades probadas en el tiempo. Una inadecuada o arbitraria política de gastos (spending rules), que va consumiendo los recursos del endowment y su poder adquisitivo. Políticas que no proporcionan estabilidad financiera a la organización. En el gobierno: falta de responsabilidad por parte de los trustees, carencia de criterio o de puntos de referencia para medir el resultado de la gestión de activos, comités numerosos y lentos en la toma de decisiones, decisiones de inversión basadas en la "experiencia personal" de los trustees, conflictos de interés...